El total de fallecidos se elevó a 13.798, con más de 140.000 casos positivos y de 43.000 pacientes curados. Los nuevos contagios descendieron considerablemente con respecto al mismo día de la semana anterior
España registró 743 nuevas muertes en las últimas 24 horas, un repunte en los decesos por coronavirus tras cuatro días de descensos, informó este martes el ministerio de Sanidad. El total de fallecidos se elevó a 13.798, con más de 140.000 casos positivos y de 43.000 pacientes curados.
La cifra más alentadora es la de nuevos contagios, que fueron 5.478 y se redujo en casi 4 mil respecto de los 9.222 del martes de la semana pasada.
Por otra parte, funcionarios del Ministerio de Salud han dicho que las muertes que ocurren el fin de semana a menudo se registran unos días después, lo que puede explicar el aumento.
La estabilización de los contagios permite al Gobierno español pensar en el inicio de la desescalada progresiva de las medidas de confinamiento.
La mejora de la situación se nota también en la menor saturación de los servicios de urgencias y de cuidados intensivos de los hospitales, a pesar de que los 743 muertos de este martes siguen siendo una cifra importante.
De momento, el Gobierno se reúne hoy para estudiar qué sectores económicos de los que se cerraron durante dos semanas el 30 de marzo podrán reabrir el lunes próximo, y bajo qué condiciones de seguridad sanitaria.
El Ejecutivo estudia que en esa desescalada sea obligatorio llevar obligatoriamente elementos de protección, como las mascarillas, pero para ello hace falta asegurar un suministro suficiente y estable que pueda estar a disposición de la población.
Además, se realizarán test rápidos de detección una vez que estén disponibles en gran cantidad. Por una parte, estos test se usarán para determinar los casos de COVID-19 con síntomas leves y así controlar mejor los focos de contagio. Y por otra, se podrá verificar quiénes tienen los anticuerpos del virus, para, así, conocer mejor el nivel de propagación entre la población.
El Gobierno también prevé aprobar hoy varias medidas para facilitar la circulación de trabajadores, incluyendo la contratación de inmigrantes indocumentados, para llevar a cabo la recogida de algunas frutas durante las próximas semanas, una actividad clave para la supervivencia económica en varias regiones rurales y también para el abastecimiento de alimentos.
Los test podrían permitir detectar también a portadores asintomáticos del virus, a los que las autoridades se plantean confinar temporalmente en hoteles o en instalaciones específicas creadas expresamente para evitar que causen más contagios.
Mientras se estudia la fórmula legal para hacerlo, el Gobierno central pidió a las autoridades regionales que identifiquen instalaciones adecuadas para realizar estos confinamientos.
Pero, mientras se realizan estos preparativos, la enfermedad sigue causando estragos.
Por ejemplo, el Ayuntamiento de Barcelona anunció ayer, lunes, que las ceremonias de cremación de cadáveres se retrasarán ante la saturación que sufren los servicios funerarios municipales.