Por primera vez, no hará el tradicional lavado de pies, que suele hacer a inmigrantes o presos. Las misas serán sin fieles y transmitidas por televisión.

El Papa Francisco continúa este jueves las celebraciones de una Semana Santa excepcional en la que, por las medidas para restringir la expansión del coronavirus​, por primera vez en su pontificado no hará el tradicional rito del lavado de pies y hará el Vía Crucis en la Basílica de San Pedro y no en el Coliseo romano, como es tradición.

Será la primera vez que Jorge Bergoglio celebre la misa de Jueves Santo en la Basílica vaticana, luego de haber celebrado en cárceles (en los años 2013, 2015, 2017, 2018 y 2019), en un centro para discapacitados (2014) y en una estructura para inmigrantes (2016).

Este viernes, el Papa escuchará la homilía del predicador Raniero Cantalamessa en la denominada celebración de la Pasión del Señor, desde las 5 de la tarde, hora local, en la Basílica de San Pedro, donde hará la tradicional postración frente al altar.

Luego, a las 21 de Roma (16 de Argentina), Francisco encabezará el Vía Crucis que, por primera vez en su pontificado, no se hará en el Coliseo sino que tendrá una primera etapa alrededor del obelisco de la Plaza San Pedro, y el resto en el área de ingreso a la Basílica. Junto al pontífice estará colocado el Crucifijo que según la tradición católica salvó a Roma de la peste en el siglo XVI.

La Plaza San Pedro, en el Vaticano, semidesierta este miércoles. La Semana Santa será solitaria este año. /REUTERS

La Plaza San Pedro, en el Vaticano, semidesierta este miércoles. La Semana Santa será solitaria este año. /REUTERS

El sábado, siempre con la transmisión en streaming por los canales oficiales del Vaticano, el Papa presidirá la Vigilia de Pascua también en la Basílica de San Pedro, aunque sin los clásicos bautismos a mayores de edad que caracterizan la celebración.

El domingo de Pascua, desde las 11 de Roma (6 de Argentina), Francisco encabezará la misa de la Resurrección del Señor.

Luego impartirá la bendición “Urbi et Orbi” (a Roma y al mundo), aunque por primera vez no lo hará desde el balcón central de la Basílica desde el que se asomó al mundo tras ser elegido Papa el 13 de marzo de 2013, sino que lo hará desde dentro de la Basílica.

En su bendición, se espera que el Pontífice, además de un mensaje referido a la pandemia, recorra algunos de los conflictos mundiales de la actualidad, como las situaciones en Yemen, Venezuela, Irak y Siria.

Francisco inició las celebraciones de la Semana Santa el domingo pasado, cuando convocó a estar cerca del “que sufre y está solo y necesitado” durante la pandemia de Covid-19, y calificó como “los héroes de hoy” a las personas que trabajan frente al coronavirus, al celebrar en la Basílica de San Pedro la misa por el denominado Domingo de Ramos.