Hoy habrá reuniones decisivas de empresarios y sindicalistas en las que se acordará una reducción salarial en actividades que están paralizadas. La UOM propone el pago de un 70% de los sueldos, pero muchas pyme no podrían pagarlo

Petroleros, metalúrgicos y mecánicos son tres de las principales rubros afectados por la cuarentena obligatoria y los sindicatos de cada sector negocian en estas horas con los empresarios distintos acuerdos en los cuales logran mantener las fuentes de trabajo a cambio de aceptar las suspensiones con el pago de una suma equivalente a un porcentaje del salario.

Por un lado, el secretario general del Sindicato de Petroleros Privados de Río Negro, Neuquén y La Pampa, Guillermo Pereyra, dijo a Infobae que la actividad está “muy complicada” por la paralización de las tareas que afectan a unos 60.000 trabajadores en todo el país y anticipó que hoy, a las 14, los gremios y los empresarios tendrán una videoconferencia durante la que se firmaría un acuerdo que contempla la suspensión del personal por causas de fuerza mayor estipuladas en el artículo 223 bis de la Ley de Contrato de Trabajo (y que figura en el reciente decreto 329 que prohíbe despidos y suspensiones).

El sindicalista sostuvo que “la propuesta que hacen las empresas es que todo el personal que hoy está en su casa sin trabajar reciba el básico con la diferencia zonal, más la vianda alimentaria, que representa unos 12.000 pesos mensuales, por lo que los trabajadores cobrarán un promedio de 35.000 pesos”, cifra que representa un 30% de los ingresos que cobraban habitualmente.

Pereyra afirmó que el acuerdo incluirá el compromiso empresarial de no despedir personal y que está en discusión el importe que el sector patronal aportaría para la obra social de los empleados: “Hoy estaríamos recibiendo 1.700 pesos para atender al titular y a toda su familia, pero eso no alcanza. De cualquier manera, vamos a llegar a un acuerdo. Queremos que nos tiendan una mano. Hay buena predisposición, ya no es una negociación sino conversaciones para arreglar esto”.

Guillermo Pereyra

Guillermo Pereyra

También el sindicato de Pereyra está en problemas para sostener económicamente la estructura sindical. “Tenemos el sindicato, la obra social y una mutual grande, más tres clínicas propias, con un total de 870 empleados. Los sueldos y aportes representan unos 70 millones de pesos mensuales. Y la recaudación se va a caer: estimamos que mensualmente entrarán unos 100 millones de pesos menos”.

Las sumas no remunerativas que recibirían los trabajadores no tendrán descuentos para la seguridad social, por lo que, según el sindicalista, “tendremos un gasto enorme pero sin aportes para la obra social, en donde brindamos una atención médica completa y con medicamentos gratis”. “Nuestra obra social está saneada, pero todo es muy difícil -agregó-. Nos tenemos que transformar en economistas más que en dirigentes sindicales para ver cómo llegamos al final de la carrera”.

La Unión Obrera Metalúrgica (UOM), por su parte, tenía previsto reunirse hoy al mediodía con las cámaras empresariales para analizar un esquema de suspensiones acordadas y el pago de un porcentaje del salario, pero la confirmación de que el secretario de Organización del gremio, Abel Furlán, fue internado anoche por coronavirus obligaría a postergar el encuentro.

La propuesta que había hecho el sindicato que lidera Antonio Caló no convence al sector patronal: planteó que se pagara el 70% de los sueldos a quienes no trabajan, pero en las pymes hay preocupación porque muchas no están en condiciones de afrontar ese monto.

Así lo admitió a Infobae el presidente de la Cámara de la Pequeña y Mediana Industria Metalúrgica de la Argentina (CAMIMA), José Luis Ammaturo: “Buscamos llegar con la UOM a un acuerdo marco para la reducción del sueldo de las personas inactivas y se barajó un 70%, pero que en nuestra cámara hay pymes que no pueden afrontar ese monto porque están totalmente inactivas. Calculamos que sobre un total de las 18.000 pymes metalúrgicas, el 90 por ciento está sin actividad”.

Antonio Caló

Antonio Caló

El dirigente empresarial anticipó que le hará el sindicato dos pedidos: por un lado, “volver a la actividad, con todos los recaudos, pero reanudar las tareas tal como se hizo ayer en España, pese a que la cantidad de contagios y de muertos es mucho mayor”. Por el otro, destacó, “analizar qué quita podemos acordar en los sueldos que no son productivos para ayudar a las empresas y que el bolsillo del trabajador no se vea perjudicado, evitando que se quede sin trabajo”.

De todas formas, las cámaras empresariales acordaron anoche que aceptarán la propuesta sindical de pagar el 70% del salario a los trabajadores suspendidos, pero siempre que las pymes que no puedan hacerlo queden liberadas de cumplir el acuerdo y pacten otras condiciones.

La UOM también proponía que el acuerdo se extendiera durante seis meses, plazo que objeta el sector patronal: contraofertarán que dure dos meses y luego se vuelva a analizar la situación de la actividad.

La crisis también afecta al Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (SMATA): se mantiene la paralización del 90% de las actividades y sólo hay guardias mínimas en algunas terminales. El sindicato que lidera Ricardo Pignanelli ya pactó con los empresarios el licenciamiento del personal con el pago del 75% de los sueldos, como una forma de asegurar las fuentes de trabajo.

Ricardo Pignanelli

Ricardo Pignanelli

El dirigente gremial admitió que ahora “se está hablando con los empresarios por el tema recortes de salario para adelantarnos un poco y analizar la situación de abril y mayo porque son meses que no se trabajará completamente” y terminará el licenciamiento del personal en Ford y General Motors.

Dijo que “se enfrenta una situación delicada y de salarios a la baja” y que están tratando de que “nadie cobre menos de 40.000 pesos, procurando que quien menos gana sea el que menos recorte tenga”.

Según Pignanelli, las negociaciones con los empresarios para volver a la producción comenzarán “en unas semanas y se empezará por las autoridades de las automotrices más grandes”. Añadió que su expectativa es que “con un transporte adecuado, termómetros y todas las normas de seguridad se podría volver a la actividad, pero cumpliendo un estricto cuidado de la salud”.