Se cumplieron cinco días de protesta de los choferes de colectivos en la provincia contra la falta de pago de los salarios y no hay -hasta ahora- una solución en el horizonte del conflicto. El paro sigue en 17 provincias.
“La situación sigue igual, no hay ningún cambio. Si no nos pagan el 100% del sueldo de abril, no levantamos la medida. La gente no tiene para comer, así que seguirá el paro hasta el lunes al menos”, afirmó ayer César González, secretario general de la Unión Tranviarios Automotor (UTA).
Hace una semana, vencido el plazo para el pago del sueldo de abril, UTA anunció que tomaría medidas de fuerza si no había una propuesta para abonar los sueldos. Sin acuerdo hasta el domingo a la noche, el lunes comenzaron el paro. La medida se replicó desde el martes en 19 provincias del país.
Los empresarios de las provincias del interior manifestaron que la caída en la recaudación, que oscila entre el 85% y el 90%, les impide pagar salarios y garantizar el funcionamiento de los servicios. Solicitan fondos extraordinarios al Estado nacional, provincial o municipal para sostenerse. No tuvieron respuesta.
“En Santiago del Estero y en Misiones levantaron la medida porque pagaron todos los sueldos. En Catamarca se esperaba un acuerdo”, agregó González.
“Tenemos hambre”
Un grupo de 40 trabajadores del transporte se reunió ayer por la mañana en la plaza Urquiza para charlar sobre las novedades en cada empresa. Tras descartar una marcha a Casa de Gobierno, se contactaron con dirigentes del gremio, quienes los invitaron a una reunión.
En la puerta del gremio, en Laprida al 300, González salió a dialogar con el grupo, que había cortado la calle.
–“¿Hasta cuándo vamos a seguir así, no podemos seguir pidiendo fiado para comer?”, le gritaron a González. Los delegados de las líneas de colectivo, desde la vereda, completaron la escena.
–“¿Vos te pensás que me gusta que estemos todos cagados de hambre? No vamos a permitir que pierdan ni un peso”, respondió el titular del gremio.
–“Pero siempre nos usan para pedir subsidios o para subir la tarifa, ya la conocemos a esa”, respondió otro chofer con ropa de trabajo.
-“Siempre fuimos la mortadela del medio del sánguche, muchachos, no podemos hacer otra cosa que esperar una respuesta”.
-“Pero nos están pisoteando”, gritó otro trabajador. Subió el tono del debate.
–“¿Qué podemos hacer, agarrar un revólver para pedirles que nos paguen? No somos violentos. Nos expusimos en plena pandemia trabajando semanas sin ninguna medidas de seguridad. Y así nos pagan. Ojo, no paramos hasta que nos paguen todo el sueldo”.
-“Qué le digo a mis hijos hoy, no tengo para comer”.
–“El Gobierno provincial hoy depositó los $53 millones de subsidios provinciales. La Nación está por pagar también. Esperemos a ver qué actitud toman las empresas. Tienen razón en movilizarse. Ahora son 40 y si no pagan el lunes, serán 200 y después serán los 4.000 trabajadores. Tienen razón pero les pido paciencia. Jamás los abandonamos. Antes de claudicar, me voy a la mierda del gremio”. Entre aplausos con nerviosismo, la asamblea terminó. “Les pido que nos mantengamos unidos y no rompamos la cuarentena, no quiero que se contagien coronavirus”, cerró González.