En ese sentido, este viernes 5 de junio se tomaron las declaraciones a testigos a través del sistema de videoconferencia. Ese trámite fue realizado desde la Fiscalía interviniente por el auxiliar fiscal Juan Pablo Godoy y el prosecretario Alejandro López Isla.
Las fuentes investigativas señalaron que de acuerdo a las primeras versiones recolectadas, los autores del hecho serían los menores aprehendidos en el marco de la pesquisa, los cuales se encuentran alojados en el instituto Roca.
Con respecto a las pericias, se procedió a realizar la apertura de los sobres donde estaban guardadas las armas, las cuales fueron peritadas en búsqueda de rastros biológicos. Además se efectuó una comparación de las mismas con todo el material balístico encontrado en el lugar, como vainas, restos de plomo y proyectiles alojados en el cuerpo de la víctima. Se trata de dos pistolas, calibres 3.80 y 9 milímetros, que fueron peritadas por los técnicos de Química Legal y Criminalística del Equipo Científico de Investigaciones Fiscales (ECIF) del Ministerio Fiscal.
Según explicaron los expertos, de esta manera se podría determinar la presencia de restos de disparos, cuál es el funcionamiento de las mismas y lograr la obtención de proyectiles y vainas referentes de cada una para así obtener elementos testigos que podrán ser cotejados con los proyectiles y vainas recolectados en el lugar del hecho. Con esa finalidad se utilizó el Recuperador Balístico del Salón de Disparos del Ministerio Público Fiscal.
Las pericias se realizaron para establecer si las evidencias balísticas recolectadas fueron disparadas con algunas de las pistolas examinadas. Las mismas habían sido arrojadas por los delincuentes mientras escapaban tras asesinar al uniformado.