Con el objetivo de contener a mujeres víctimas de violencia que deben ser separadas de sus domicilios y no cuentan con familiares o amigos a cuyos hogares poder asistir hasta que la Justicia se expida sobre sus respectivos casos, el Ministerio de Desarrollo Social puso en funcionamiento en la ciudad de Concepción un refugio para albergar a las damnificadas.
Mediante un trabajo intersectorial, el albergue se inauguró en la fundación Gotitas de Ternura, una ONG que ya cuenta con otro espacio destinado al mismo fin, en Banda del Río Salí, y trabaja para la apertura de un tercero, en Bella Vista.
Si bien los índices de violencia contra las mujeres marcan, de por sí, que la problemática es grave, el aislamiento del 2020 confirmó que los ataques, que muchas veces devienen en femicidios, recrudecen en tiempos de restricciones. Ante las nuevas restricciones anunciadas anoche por el presidente Alberto Fernández, los representantes que inauguraron el lugar coincidieron en que es una gran herramienta para atravesar el momento.
El ministro Gabriel Yedlin, abrió el albergue junto la secretaria de las Mujeres, Géneros y Diversidad, Leonor García; María Inés Tarulli, funcionaria de la municipalidad de Concepción; Leandro Aramayo, referente de Gotitas de Ternura; Roxana Yapura, integrante del equipo de profesionales que asesorará al albergue; y María del Carmen Carrillo, asesora ad honorem de la cartera Social. Acompañó el intendente Roberto Sánchez.
Yedlin admitió que “es una temática que nos preocupa mucho” y puntualizó que “dentro de eso nos preocupan las violencias contra las mujeres. El femicidio es la versión más extrema, pero empieza mucho antes”.

Respecto de la función del refugio, explicó que “algunas de esas mujeres, en muchos casos, tienen que escapar y refugiarse en busca de ayuda hasta que la Justicia tome medidas y pueda restituirles sus casas. En ese sentido, el Estado trabaja hace muchos años con estrategias para generarles oportunidades reales de refugio”.
Además, remarcó que hace un tiempo, la sociedad civil y las organizaciones de mujeres comenzaron a reclamar por la apertura de paradores para mujeres víctimas de violencia, que sean más visibles y accesibles. Desde ese entonces, muchas ONG se han sumado a la iniciativa de abrir refugios. “Gotitas, que es una ONG que se dedica también a la protección alimentaria, decidió hacer este aporte generoso para ayudar en una temática compleja en la que las respuestas deben ser de todos: gobiernos, ongs, fundaciones, universidades”.