Luego de una travesía por agua, aire y tierra, llegó desde Inglaterra el nuevo microscopio de barrido electrónico al Equipo Científico de Investigaciones Fiscales (ECIF) del Ministerio Público Fiscal, que por sus características, es el primero de su tipo en un laboratorio forense de Argentina.
Los peritos del ECIF, con esta nueva herramienta tecnológica podrán realizar, a solicitud de los fiscales, un importante menú de pericias. Entre otras: levantar residuos de disparos provenientes de una deflagración de un arma de fuego localizados en manos, cara y prendas de vestir, para determinar dónde y quién hizo el disparo; conocer la composición química de distintos compuestos inorgánicos como tierra, vidrio, plástico, cuero, y más; establecer la existencia de distintos tipos de tintas, papeles y composición de los mismos en un documento; examinar las fibras encontradas en la escena del hecho para precisar con exactitud a qué prenda de vestir y a quién pertenecen; analizar polen y espora para ubicar, en caso de un homicidio, la escena primaria del hecho; determinar la composición química de la pintura que se transfiere, ya sea en un accidente de tránsito o en un hecho delictivo; y estudiar las algas para vincularlas con las que se pudiesen encontrar en órganos vitales de personas fallecidas por sumersión.
Para dos décadas
El ingeniero-técnico y responsable de la empresa proveedora, Carlos Peralta, es el encargado de ofrecer las capacitaciones al personal del ECIF. El experto, al tiempo de valorar la incorporación del microscopio al ECIF, destacó: “Es muy interesante la predisposición y sobre todo el interés por no conformarse con un sistema más barato o más limitado, sino la opción de incorporar la tecnología que desde hace años la utilizan los laboratorios europeos, que empezaron a migrar a este tipo de aparatos en la investigación criminal. Brinda una garantía en los resultados y se adapta a la evolución en lo que respecta a las municiones. Está preparado para funcionar por las próximas dos décadas”.
Por aire, mar y tierra
“Es un equipo fabricado en Inglaterra que vino en barco y avión hasta Buenos Aires, y desde allí por transporte terrestre, hasta nuestra provincia. Para el traslado se generó una gran logística con la utilización de motoelevadoras para poder cargarlo y descargarlo, debido a su gran tamaño. Es de última tecnología y también único para uso forense en el país”, manifestó el coordinador general del ECIF, Eugenio Agüero Gamboa, que además destacó que a partir de la política criminal diseñada por el ministro público fiscal, Edmundo Jiménez, se pudo adquirir este moderno microscopio que funcionará en el Laboratorio de Química Legal y Toxicología Forense, ubicado en el edificio de avenida Independencia y La Rioja. “Este microscopio se diferencia de los demás por su velocidad, es tres veces superior. Podemos detectar partículas más pequeñas y lograr una mejor calidad de imagen”, admitió Agüero Gamboa.
Por su parte, Cristian Contreras, del Laboratorio de Química Legal y Toxicología Forense del MPF se mostró esperanzado. “Estamos agradecidos al Ministerio, primero, por confiar en el trabajo del laboratorio y segundo, por aportarnos las herramientas que nos permitirán brindar respuestas más rápidas y precisas”, concluyó.
Tecnología de punta
Es éste, un microscopio con una fuente de energía denominada emisión de campo, más estable, con un haz de electrones más brillantes y más duraderos. Lo que significa que posee una resolución tres veces mejor que los otros, lo que lo hace más apto para la detección de partículas más pequeñas, incluso por debajo de los 0,5 micrómetros. Además, por el tipo de fuente de energía que utiliza, el flamante dispositivo adquiere imágenes de las partículas analizadas en menor tiempo. Posee un detector denominado EDS de última generación, siendo el de mayor velocidad y resolución que hay en Argentina, lo que ayuda a aumentar la velocidad de análisis, pero sobre todo la confiabilidad de los resultados.