Este sábado 13 de noviembre, a las 09:00 horas, el Ministerio Público Fiscal, por pedido de la Unidad Fiscal de Decisión Temprana (UDT) del Centro Judicial de Concepción, realizó una audiencia multipropósito tendiente al control de la detención, la formulación de cargos y las medidas de coerción contra los 5 acusados de haber propinado una feroz golpiza a Elio Santiago Pintos, y su hermano Ignacio Gabriel, a la salida de un bar ubicado en calle Moreno al 200, de la ciudad del sur de la provincia de Tucumán. En la audiencia, María Emilia López Delgado, auxiliar fiscal de la Unidad de Graves Delitos contra la Integridad Física, cuyo titular es Miguel Varela (de la Unidad Fiscal de Decisión Temprana –UDT-) imputó a Erik Rodolfo y Gabriel Esteban Saracho, Sebastián Elena, Patricio Gargiulo y Maximiliano Ramírez por el delito de lesiones graves agravadas por el concurso premeditado de dos o más personas, en perjuicio de Elio Santiago Pintos.
Erik Saracho también fue acusado por el delito de amenazas en calidad de autor.
Medidas de máxima intensidad para garantizar el proceso
La investigadora del MPF pidió las medidas de coerción de máxima intensidad y por el término de 30 días. A su vez, la Auxiliar de Fiscal pidió que sean alojados en la Unidad Penitenciaria Número 3, para garantizar la averiguación de los hechos y para que no se influya en los testigos o pruebas a producirse (rueda de reconocimiento, análisis de las fotografías y cámaras de seguridad, por parte del Equipo Científico de Investigaciones Fiscales –ECIF-, entre otros elementos a recabar). “La participación de los involucrados se encuentra acreditada y que, en caso de recobrar la libertad, podrían obstaculizar la investigación. Este MPF entiende que los imputados podrían influenciar sobre los demás testigos, de acuerdo a los elementos de pruebas que restan. El plazo es de 30 días, término necesario para resguardar el proceso”, manifestó López Delgado.
Actualmente, los detenidos se encuentran alojados en la Comisaría de La Cocha (Erik Saracho y Gargiulo), Alberdi (Gabriel Saracho y Ramírez) y Simoca (Elena), respectivamente, debido a recientes casos por Covid-19 en la Comisaría de Concepción.
Previo, a la resolución del juez, se hizo un cuarto intermedio para determinar si Gargiulo podía continuar en la cárcel, debido a una patología que padece. Seguidamente fue revisado por un médico forense. A las 12:41 horas se retomó la audiencia donde la Fiscalía desestimó el pedido de la defensa de los imputados para acceder a medidas de menor intensidad (prisión domiciliaria o caución). “En una prisión domiciliaria no se puede garantizar el proceso, por el acceso a internet (uso de las redes sociales) y a celulares”, ratificó su postura la investigadora del Ministerio Público Fiscal. Finalmente, el magistrado y luego de escuchar el planteo de las partes, hizo lugar a las pretensiones del MPF como así también para que los imputados sean alojados en la Unidad Penitenciaria Número 3 de la ciudad de Concepción, pero dada la situación de pandemia (donde se tienen que cumplir los protocolos) deberán ser conducidos a su actual lugar de detención, hasta tanto se disponga el traslado definitivo.
La acusación
El 8 de noviembre de 2021, alrededor de las 02:50 horas, en circunstancias en que Elio Santiago Pintos se encontraba en la terraza de un bar, ubicado en calle Moreno al 200 de la ciudad de Concepción, con su hermano Ignacio Gabriel, el imputado Erik Saracho se acercó a ellos y, con la intención de amedrentarlos y causarles temor, comenzó a decirles: “Que te pasa a vos ¿Por qué le pegaste a mi hermano? Si quiero, yo los tiro a los dos por el balcón”. Posteriormente los hermanos Pintos decidieron retirarse del local, momento en el cual Erik junto con Gabriel Saracho, Sebastián Elena, Patricio Gargiulo y Maximiliano Ramírez, previo a ponerse de acuerdo, salieron detrás de los hermanos Pintos dándoles alcance en la vereda del local donde fueron agredidos con golpes de puño y patadas, logrando escapar Ignacio Gabriel y cayendo al piso Elio Santiago, situación que fue aprovechada para arrastrarlo por medio de la calle Moreno mientras le continuaban dando golpes de puño y patadas contra su humanidad. Finalmente pudo escapar con la colaboración del dueño del local.