Con una destacada actuación, como lo vienen haciendo en esta temporada de festivales de verano, Christian Herrera y Matacos, se presentaron en la primera noche de la tradicional serenata salteña llamada “Fiesta del Monte”, para luego, en la última noche, recibir el premio “Consagración”.
“Agradecer a la comisión de la Serenata a Cafayate por el gran gesto de reconocer y estimular nuestro trabajo. Abrazamos con el corazón a toda la gente, sin duda, el motor de todo esto que nos pasa. Lloro de alegría por el cariño que nos regalan día a día”. Declaró Christian a través de sus redes sociales y amplió: “desde niño escuchaba a mis padres y en la escuela, persevera y lucha por tus sueños, al final hay recompensa. Sentía que no llegaban estos reconocimientos, pero yo estaba feliz por haber recorrido un camino lleno de alegrías y frustraciones. Al fin y al cabo, nuestro único y verdadero patrimonio, es haber vivido la vida intensamente, dejándolo todo, sin ninguna posibilidad de reprocharme nada el día de mañana”.
Finalmente, el cantante afirmó: “Hoy siento que Dios me pone a prueba nuevamente, quiero redoblar la apuesta, por nuestra música, por nuestra cultura, por más encuentros, por los niños que cantan nuestras canciones y por el puente de amor que estamos construyendo juntos, entre ustedes y mi querido Morillo, chaco salteño”.
Morillo es su pueblo natal en donde Christian comenzó, a dar sus primeros pasos en la música desde niño, participando en certámenes y festivales. A los 20 años se radicó en Tucumán para estudiar en la universidad, pero nunca dejó de lado su pasión por la música y a los 26 formó el grupo La Bandada.
En la actualidad continúa su carrera como solista, con un sello personal que pisa cada vez más fuerte en los grandes festivales de nuestro país.